No os imagináis lo que siente un escritor la primera vez que ve un libro en la estantería de una librería y ya no hablo de verlo en el escaparate. ¡Eso es el no va más!
Gracias a estas librerías valientes, que apoyan a los autores independientes como yo, he podido experimentar esa sensación tan reconfortante.
Ojalá más establecimientos nos dieran una oportunidad y no nos fuera tan difícil estar al alcance de los lectores.